miércoles, 27 de mayo de 2009

Nunca es tarde

Es una magnífica noticia para todos que el Marco de Jerez se haya unido para pedir a la Junta de Andalucía unos treinta millones de euros como medida de subsistencia. Las organizaciones de productores y la patronal bodeguera por fin han decidido hacer de su causa una causa común, para pedir ayudas urgentes que eviten peligrar la próxima vendimia y las consecuencias tan desastrosas que se derivarían, si no se pone remedio.

La insistencia de los responsables políticos en motivar el consenso y la unidad de acción, como paso previo a configurar un plan de ayuda y estímulo para la industria, ya ha dado su fruto; sin olvidar que, desde distintos segmentos de la sociedad, estos objetivos de unidad y defensa de nuestra más genuina cultura vitivinícola también se ha venido demandando insistentemente.

Falta saber si estamos en una situación de trámite o si de verdad se están sentando bases sólidas de cooperación y concienciación para revitalizar un sector económico que tiene sus raíces en nuestra historia. Esto es una motivación que diversifica y multiplica las posibilidades de impulso, si sabemos poner en valor el conocimiento y la experiencia adquirida en la investigación, el comercio, los oficios o el patrimonio. Pero, sobre todo, lo más importante es creer en todo esto y tener la certeza de que con convicción y con el apoyo de la sociedad, es posible salir de esta tendencia a declinar que ya está durando demasiado.

No estamos en Mondragón y las estrategias de unidad para defender los intereses comunes, a nosotros, nos ha llevado su tiempo. De hecho, hace años experimentamos una reconversión industrial del Sector con un estoicismo, digno de los más subordinados discípulos de Séneca. Y aquí estamos. De sopetón y así de rotundo: el sector del Jerez se ha unido por primera vez. ¡Alabado sea Dios!





miércoles, 20 de mayo de 2009

El regreso

Como para ferias no estábamos, si nos remitimos a la situación económica, pero hemos sobrevivido notablemente al evento social más gozoso de la primavera. Este año, la organización ha mejorado considerablemente en cuanto a distribución de los espacios, seguridad, limpieza, urbanización de la zona de atracciones y alojamiento de los feriantes; sin olvidar la atención que han recibido los hijos de éstos.

En lo que afecta a los jóvenes, queda por encontrar una solución que ayude a mejorar las concentraciones masivas y a reducir los riesgos que éstas conllevan, induciendo a la participación, dentro de la tradición cultural en que la feria se sustenta. Un modelo de organización, exigente con el cumplimiento de las ordenanzas municipales y, al mismo tiempo, sensible con las personas que tienen su medio de vida con este acontecimiento, repercute directamente en un mejor disfrute de todos los ciudadanos.

Por ello, hay que felicitar al Ayuntamiento y todos los trabajadores, que desde distintas instancias, han hecho posible que la Feria de Jerez siga siendo un modelo de manifestación cultural en la que el divertimento y la actividad económica son posibles dentro de un recinto iluminado por una convivencia saludable.

Sin olvidar las estadísticas de desempleados ni las dificultades de todos los días, regresamos a lo cotidiano después de haber pasado por una merecida tregua de luz y color que todos los años nos proporciona la Feria del Caballo (contando con que, claro, “cada uno cuenta la feria como le va”).

martes, 12 de mayo de 2009

Adivinanza - Dedicada a Jerez


Imaginemos un mundo en el que reinase la más absoluta libertad, ¿nos gustaría? Posiblemente, ese mundo imaginario no sería para los humanos de hoy un lugar adecuado, pero se puede soñar con él; de hecho, realizamos ese sueño cada vez que perdemos el sentido estricto de la norma y nos dejamos llevar por lo bueno que cada cual guarda celosamente.

A eso se le llama por aquí abajo “perder el sentío”. El sentío se puede peder por amor, por amistad, por la belleza o por la música; no digo nada, si a todo eso y, ya puestos a ser espléndidos, lo complementamos con lo que caiga de fino fresquito y un menudo como dios manda.

No falta quien no se despeina ni se retrata, quien compra y vende, pero todos conceden guiños; decomisos de adhesión a una causa celeste: la apetitosa, la tentadora, la beneficiosa simpatía.

Para permanecer entero, es fundamental medir los tiempos y los apretones de manos, los abrazos, los ojos salinos o los besos robados. La hora del día también cuenta. Por ejemplo, a las cinco de la tarde ya se puede estar gracioso (con ángel), mirar a lo largo y sentirse uno torero. A las dos de la mañana ya se anda cargando la suerte y dispuestos a morir en la plaza por el roce de unos volantes, o por una sonrisa cómplice: ese es el momento del vasito de puchero.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Sábalos en la Corta

Las angulas, casi como todo el mundo, las he comido poco. Están muy buenas cocinadas en cazuela de barro: sumergidas en aceite de oliva, ajos y pecaminosas guindillas; sin estos ingredientes o sin un bendito y crujiente pan, vivirían alegremente hasta hacerse adultas como sus hermanas de especie, las vigorosas y audaces morenas, pero más dóciles e introvertidas. Comerlas en revueltos o en tortillas sería un derroche de los tiempos en que éstas abundaban y escaseaban los alimentos básicos, además de un ejercicio imposible para un bolsillo ordinario. Comer angulas es un placer divertido porque son sutiles, resbaladizas y escasas, quizá por eso, también son sugerentes y amorosas.


La reciente prohibición de su pesca es una medida drástica que afecta a la economía de los pescadores de Trebujena, por lo tanto, se deben articular ayudas para las familias afectadas por el cese de su actividad. No se debería de haber llegado a esta situación, si se hubieran tomado medidas que gradualmente hubieran hecho posible la regeneración de la especie con una captura ordenada, pero, desgraciadamente, no ha podido ser así.

Debe servir esta decisión para tener conciencia del peligro de extinción de la especie en la desembocadura del Guadalquivir, porque el abuso, tiene mucho que ver con lo sucedido. La pesca furtiva y el uso de artes no reglamentarias, no sólo ha afectado a las crías de la anguila, sino que también ha afectado a las de otras especies como los langostinos (no es una extrañeza verlas a la venta como carnada de pesca como si fueran camarones).

Y es que nosotros, los jerezanos, también teníamos un río en el que hubo angulas y sábalos que se daban con generosidad en la Corta del Guadalete. Un río que nos sirvió de alimento, de recreo y playa; de embarcadero y puerto de entrada y salida al mar. Pero tenemos asumido que languidece, que sólo se trata de un río sin aliento a la espera de una mejor vida prometida. La salud de los ríos es una prueba del comportamiento que tenemos con la naturaleza y ellos tienen mucho que ver con nuestra propia vida.